La tierna historia de la niña de 12 años que creó una app para comunicarse con su abuela que sufre de Alzheimer





Cuando Emma Yang comenzó hace unos meses a llamar a expertos en Alzheimer en Nueva York para hablarles de su idea de crear una app para víctimas de la enfermedad, nadie le respondía. Mas info aqui

"Creo que ni siquiera creyeron que fuera algo serio, alguien de 11 años intentando comunicarse con ellos", reflexiona su madre, Alyssa Tam.
Pero Emma, que ya cumplió los 12, ha logrado avanzar en el asombroso proyecto, abriéndose paso en la jungla de cemento de Manhattan en base a ingenio y perseverancia.
Su deseo de desarrollar la aplicación para dispositivos móviles no proviene de un interés comercial, sino sobre todo de una angustia personal: su abuela vive en Hong Kong, al otro lado del mundo, y sufre de Alzheimer.
Fue esa abuela paterna quien ayudó a criarla hasta hace dos años, cuando la niña se mudó a Nueva York con sus padres.
Y ahora, cuando ambas hablan por teléfono un par de veces por semana, Emma nota a la distancia el deterioro que la enfermedad produce en su octogenaria familiar.

"Es muy difícil para nosotros tener una conversación porque ella se olvida que ya hizo una pregunta. Y vuelve a hacerla una y otra vez", le dice Emma a BBC Mundo.
"Quiero usar la tecnología para poder comunicarme con ella, ayudarla a reconocer gente a su alrededor, a que esté al día con nosotros, aunque vivamos tan lejos", explica.


Cómo la bombilla eléctrica desató una revolución científica y se volvió una pesadilla para Einstein




A pesar de las complejidades de la vida diaria, las reglas de nuestro universo parecen reconfortantemente simples. Mas info aqui

El agua de un arroyo siempre fluye montaña abajo, la piedra que tiras desde la orilla siempre cae siguiendo una curva predecible.
Pero cuando los científicos se pusieron a fisgonear entre los minúsculos bloques elementales de la materia, toda certitud se esfumo.
Encontraron el extraño mundo de la mecánica cuántica.
En lo profundo de todo lo que vemos a nuestro alrededor, encontramos un universo completamente distinto al nuestro.
Parafraseando a uno de los fundadores de la mecánica cuántica, lo que llamamos real está hecho de cosas que no podemos considerar reales.
Hace unos 100 años, varios de los más grandes científicos entraron en un mundo extraño y encontraron que en el reino de lo diminuto, las cosas pueden estar en dos lugares al mismo tiempo, que sus destinos los dicta el azar; es una dimensión en la que la realidad desafía al sentido común.
Se enfrentaron con una posibilidad aterradora: la de que todo lo que pensábamos que sabíamos sobre el mundo podía ser completamente errado.
La historia de nuestro descenso al delirio científico empezó con un objeto muy improbable.

A qué se dedicará Blackberry ahora que no hace teléfonos






La compañía que abrió la veda de la revolución de los smartphones -que no fue Apple ni Samsung, sino Blackberry- se despidió esta semana para siempre del que fuera su producto estrella.
El director ejecutivo de la empresa canadiense, John Chen, anunció el fin de una era para la firma tecnológica: dejará de fabricar los teléfonos inteligentes que le dieron fama mundial hace más de una década.
La decisión no fue fácil. Pero Blackberry llevaba tiempo perdiendo fuerza.
"Estamos alcanzando un punto de inflexión en nuestra estrategia", dijo Chen hace tres años. Mas info aqui

Finalmente, se despidió de la fabricación de los celulares inteligentes. Aunque con un valor de entre US$2.000 millones y US$3.000 millones, todavía goza de margen de maniobra.
En realidad, menos del 10% del valor de la compañía proviene de la telefonía móvil. Y ahora podrá dedicarse al 100% en sus otras ambiciones tecnológicas. ¿Cuáles son?

En caída libre

El golpe era inevitable: se precipitaba cuesta abajo y sin frenos en la carrera de los teléfonos inteligentes, ganando velocidad e impulso a medida que sus competidores le robaban cuota de mercado y celebraban un éxito tras otro.